
Muchos son los que lo intentan, otros solo se quedan en el camino. Recompensa, orgullo, amor propio... motivaciones que nos hacen superarnos día a día en nuestra rutina. Sin embargo, corremos el riesgo de caer en picado si los resultados no acompañan.
Después de la entrada filosófica-filantrópica qué mejor para acompañar a un momento de pensamiento profundo que una buena canción. Hoy solo se me viene a la cabeza un nombre: Eric Johnson. El bueno de Eric fue y sigue siendo uno de las grandes guitarras del llamado "rock instrumental". Lectores vespertinos, saltad a la siguiente frase, lectores matutinos madrugadores con legañas y espesillos, el rock instrumental es en el que no hay vocalista(!!). Pues bueno, dicho eso, a Eric la pasión por la música se la inculcaron desde la cuna, él junto con sus tres hermana estudiaron piano y su padre era un autentico melómano. A los 11 años ya empezó a dar sus primeros punteos y a destacar con la guitarra intentando imitar a sus ídolos Jimmy Hendrix y Bob Dylan entre otros. Fue en 1978 cuando vió la luz su primer album "Seven words", que debido a problemas con los derechos de autor, no se comercializó hasta 1998. Y llegó a la cumbre de su carrera cuando recibió el Premio Grammy en 1991 al mejor tema de rock instrumental por Cliffs of Dover.
El tema de hoy es seguramente el que quizás mi amigo Eric Johnson habría recomendado si tuviera constancia de esta nuestra web, Cliffs of Dover. Este esta incluido en su tercer álbum, Ah Via Musicom (1990). Como curiosidad, si alguno es fan de los Guitar Hero, podeis encontrarlo en el GH3 y echaros unas partidillas majas, la verdad es que la canción no es de las más dificiles. Sin más, os dejo con el tema. Espero que os encante mucho muchisimo.
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