
Algunas veces los artistas de Rock hacen bien las cosas. Esta es una.
Después de Nirvana su batería, Dave Grohl, formó Foo Fighters, un grupo con una orientación mas optimista que su anterior formación (quizá por miedo a terminar volándose la cabeza el también), y musicalmente mas completo, con canciones de Rock and Roll originales y sin concesiones técnicas que pudiesen diluir el caudal de energía mas expresiva que feroz que supone su propuesta. Debutan en 1995 con un disco homónimo.
La canción que recomiendo se publicó en su segundo disco. Se trata un tema paradigmático de la banda perfecto para abrir un disco o un concierto. Un derechazo de electricidad directo a tu generador de adrenalina, pero no para que la genere, sino para destrozarlo: guitarras punk rockeras con arreglos de rock mas conservador y melodías quasi pop que hace que el tema se escuche solo. Impecable la estrofa final gritada de Dave Grohl dejándose la garganta, la piel, la voz y el alma (si es que tiene), poniendo el colofón a una canción que si no te acelera es que no estás vivo.
Comentarios