
Últimamente he escogido hablar a menudo de artistas consagrados, sobre todo de aquellos que por unas cosas u otras les hacemos menos caso. Hoy toca hablar de Van Morrison, cantante, compositor, músico múltiple y de referencia de Irlanda del Norte, concretamente de Belfast y nacido en 1945 (tiene unos años, sí).
Digamos que su fama se debe a un trabajo incansable, a una voz privilegiada ("Ningún hombre blanco canta como Van Morrison") y a una habilidad en la composición y los instrumentos como el saxo, la armónica, la guitarra y el piano fuera de lo común.
Así es como en su historia nos ha dejado temas como "Moondance", "Into the music" o este "Brown Eyed Girl", conocido y versionado cientos de veces sin llegar al nivel de la original. Nadie tiene la voz de Van Morrison, eso es algo que jamás podrán quitarle.
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