Era el año 2000 cuando por primera vez fui a ver el Lagarto Rock en directo, tras un par de años de seguirlo por Fórmula Uno (la radio joven de Canal Sur que más tarde, y para mi pesar, se convirtió en el Canal Fiesta). Con escasos 15 años y medio, también era uno de los primeros conciertos a los que iba en toda mi vida, y la verdad es que guardo muy buenos recuerdos de aquel día: la presentación de los grandes Pedro Sánchez y Raimundo Angosto del mítico programa Sexta Planta, los nervios esperando la actuación de los invitados M-Clan, el triunfo de los jiennenses Clown...

Pero todo eso es adelantar acontecimientos, ya que realmente mi primer recuerdo de aquella tarde-noche fue ver a los onubenses Cultura Probase, ganadores del año anterior, que abrían la velada y que gracias a su triunfo en el festival jiennense habían grabado su primer EP: "Move". Tuve suerte de estar cerca de la primera fila cuando repartieron algunas copias entre el público, por lo que pude disfrutar repetidas veces de 4 de los temas que tocaron aquel día (os recuerdo que por aquel entonces Internet estaba en pañales y no era fácil conseguir discos de grupos alejados de las listas de ventas).

Tanto en directo como más tarde oyendo el CD, me llamó mucho la atención "Flying to nowhere", una canción bastante alejada del tipo de música que solía escuchar, con sonidos orientales (creo que es un sítar el instrumento que más destaca) y la peculiar voz de su vocalista, Cristina Vázquez. Y no me debí equivocar mucho, ya que la canción volvió a editarse como single y en su primer álbum de larga duración, "Rituals" (2001), siendo una de las más reconocidas de la banda de Huelva.

Poco después Cristina abandonó el grupo y Rocío Micó recogió su testigo, aunque finalmente se disolvieron en 2006 con tan sólo 3 discos publicados.