
Todo artista o formación musical tiene una motivación que en un momento determinado le ayuda a dar el paso definitivo hacia el complicado mundo de la música. En el caso de los hermanos Corrs (Andrea, Sharon, Caroline y Jim Corr), este empujoncito llegó a través de sus padres, Gerry y Jean, quienes juntos tocaban versiones de ABBA o los Eagles, en una banda llamada Sound Affair, por los pubs de Dundalk, la ciudad de Irlanda en la que vivía la familia. Ambos animaron a sus cuatro hijos a introducirse en la que sería la gran experiencia de sus vidas.
En primera instancia fueron Andrea y Jim, los dos mayores, los que comenzaron como duo pero a poco que las otras dos hermanas terminaron sus estudios se acabaron incorporando al grupo. Y como en muchos de los casos en los que un duro trabajo reporta sus frutos, los cuatro hermanos supieron estar en el momento justo en el lugar adecuado para conocer al que sería su manager, John Hughes, a través de quien conocieron a David Foster, el productor que catapultó la carrera de la banda irlandesa.
Finalmente, y tras diversas actuaciones en eventos de importante calado, como en la inaguración del mundial de Fútbol del 94, en 1995 consiguieron sacar su primer trabajo discográfico, titulado "Forgiven, Not Forgotten", un álbum con unas características líneas de música tradicional irlandesa y toques de Rock. En los primeros años este trabajo pasó un poco desapercibido, pero sería en 1998 cuando volvió a entrar fuertemente en las listas de ventas tras el lanzamiento de "Talk On Corners", el segundo álbum y el cual ya tenía una estética sonora un poco más comercial, aunque aún no tanto como la de sucesivos trabajos.
De aquel primer álbum, hoy me gustaría compartir con todos vosotros "Runaway", el que fuera primer single del álbum y que, en mi humilde opinión, es el mejor tema de la historia discográfica de la banda. A ver qué opináis vosotros.