La vida debajo del puente no ha de ser nada fácil. Despertar cada día y ver como sobre ese puente la gente sigue caminando y tu no encuentras la manera de poder subir arriba para caminar con el resto. Y lo peor de todo, descubrir la indiferencia de toda esa gente. Gente que mira para otro lado y a la que poco le importa que otros estén pasando por una mala racha.

En 1997, el cantautor isleño Pedro Guerra presentaba el que sería su segundo trabajo en solitario, “Tan cerca de mí”, en el cual aparecía precisamente “Debajo del puente”, un tema que retrata a la perfección la situación que en nuestros días viven muchísimos hombres y mujeres. Pedro recuperaba así una de sus facetas más destacadas, la de la canción social.

Desde sus inicios en la música, cuando a penas tenía la mayoría de edad, ya había trabajado este género. Estos inicios estuvieron localizados en la provincia de Tenerife, lugar de dónde procede. Allí desde la adolescencia comenzó a componer su propia música, y ya a los 18 al entrar en la universidad se incorporó a la nueva generación de músicos canarios, de la cual él sería el máximo exponente. Esta generación estaba caracterizada por una fuerte reivindicación social, y por el uso del folclore canario fusionado con música moderna, latina y norteafricana.

Pero ante todo Pedro siempre ha sido y será un gran cantautor. Algunos de sus logros fueron la composición de canciones tan exitosas como “Ruído”, de Joaquín Sabina o “Contamíname”, de Ana Belén y Victor Manuel.

Todos somos a menudo indiferentes ante la gente que está pasando por la situación de encontrarse sin trabajo, y con dificultades para salir adelante. Deberíamos reflexionar a menudo sobre ello, e intentar buscar soluciones, pues nunca sabremos si de un día para otro podremos vernos a nosotros mismos bajo ese puente.