
Al salir a la calle, ir al trabajo o estar viendo mismamente la televisión, nos llegan mensajes de todo tipo. De esa manera, descubrimos en ocasiones pequeñas joyas que de una manera u otra sabíamos que estaban ahí pero nunca nos habíamos lanzado a explorarlas. Esta es de alguna manera la explicación a la recomendación de hoy.
Odelay, era solo un juego de palabras en sueco-inglés (sin demora) hasta que Mathias me obligó a buscar en Spotify el nombre de la empresa en que trabajaba. Horas y horas me pasé pegado al ordenador escuchando una y otra y otra vez esa mezcla de estilos que Beck consigue en sus trabajos.
Ya hablamos de Beck hace tiempo (por culpa de Beita). Gracias a ello entiendo perfectamente porqué Mr. Hanson es capaz de hacer un gazpacho musical y venderlo como álbum. Hiphop, punk, blues, ritmos bailables...
Lo dicho, abrí Spotify y comencé poco a poco. Para un desconocedor de Beck, Devils haircut sonó a algo gratamente esperable, indie-electrónica, nada mal. Del tirón, seguí con Hotwax y note una especie de transición lenta a lo que, empecé a olerme era ¿hip hop? Claro, por el tema de los ritmos bailables supongo. Tras ello, continuamos con Lord only knows, y cierto es, que solo el señor sabe con lo que me estaba topando, una mezcla de ritmos californianos-country o qué se yo, realmente me estaba empezando a perder.
Y llegué a New Pollution, donde el ritmo lounge se hacía hueco en el disco. Un saxo que me recordó al de Vangelis en Love Theme. Genial linea la del corte, un comienzo rápido nos va abriendo paso poco a poco hacia un final con lounge. Una especie de intro al siguiente tema, Derelict, que puede definirse como "oscuro".
Con Novacane y Where it's that (primer single del álbum por cierto), el registro cambia y oimos al Beck rapeando a lo vieja escuela. Unos temas bastante movidos y fáciles de oir.
¿Pensabais que todo estaba ya dicho? os equivocais. Mientras Minus nos manda a un mundo indie-rock-strokesiano, Sissyneck nos ofrece ritmos folk-hiphop. Cierto es que es un buen comienzo de la recta final del disco.
Más hiphop (High 5 [Rock the catskills]), más indie-rock (Readymade) y por ultimo una pieza country-folk, Ramshakle, que cierra el trabajo a un ritmo lento lento lento como si de una buena historia se tratase.
La conclusión a la que llegué tras escuchar entero el disco fue que no importa el estilo musical en el que te muevas, ni el tipo de música que te guste, con Odelay Beck consiguió aunar tanta variedad (y calidad) que es dificil de desagradar a nadie.
Con Odelay, Beck consiguió dos Grammys y se quitó la presión que obtuvo tras su Loser. Yo hice un gran descubrimiento con este trabajo, veamos si vosotros lo haceis tambien (o no).
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