Fuerza, belleza y misterio. Todas cualidades muy aplicables a esta fantástica e inquietante cantautora inglesa y de ascendencia italiana por parte de padre. No os engaño si os digo que desde el momento en que escuchéis su música, esta caerá sobre vosotros como un potente hechizo del que es difícil de deshacerse. Yo aún no lo he conseguido desde que este su primer y único álbum cayó en mis manos.

Anna Calvi es una prodigiosa de la guitarra pero que conste que lo que ella ha estudiado es violín. Al escucharla te recuerda a un millón de cantantes y a ninguno en concreto, lo que demuestra que ha sabido mezclar todas sus influencias en un estilo propio maravilloso con muchísima personalidad. Dicho estilo, que a mi modo de ver sería un dark rock del que otros tantos cantantes han sabido sacar provecho como Nick Cave o Tom Waits, no es un estilo precisamente comercial y ni siquiera es un estilo "de moda", pero ella lo borda. Además marca estilo por donde va, tanto que la llaman para cooperaciones tanto musicales como fotográficas nombres como Gucci o Chanel. Casi nada.

Sin más os dejo disfrutando de esta increíble voz. Espero que os guste.