Como todo en esta vida,  la música va y viene. La fuerza, la rabia. La guitarra acústica o la eléctrica. El rock duro o el pop suave.

En mi caso, como seguro muchos de vosotros, no puedo evitar quererlo todo y a veces sentirme bipolar en el proceso. Querer progresión, querer musicalidad, armonia y cadencia; sin descuidar, por supuesto el poder de una buena batería, un buen ritmo y una voz con personalidad.

The Script me dejo con la sensación de completitud con su primer disco. Un primer disco con bastantes destellos de lo que puede ser (si siguen madurando su música) uno de los grupos con mejor composición de los próximos años. Procedentes de Dublin, Irlanda, llevan en la palestra desde 2001, pero no comenzaron una carrera profesional hasta 2008, cuando publicaron su primer disco, homónimo.

Os dejo con "The man who can't be moved", una de las canciones más verdaderamente románticas que he escuchado, y el segundo sencillo de aquel disco.