
Hay quienes encontraron en la música, con el paso de los años, su inicial camino frustrado. Ya hemos escuchado hablar de Daniel Victor Snaith, mejor conocido como “Caribou”, profesor de matemáticas y su electrónica chispeante. Pero también hay lugar para el sonido en el campo del humanismo, del pensamiento. John Maus era profesor de filosofía y ciencia política en la Universidad de Hawai y un día, sorprendió a todos con sus sintetizadores.
La canción “Hey Moon” es fruto de una versión del tema del mismo nombre, originaria de la cantante Molly Nilsson, otra estrella íntima del synth pop que colabora con él en las voces. La voz de Maus suena a plegaria, a reverberación, a teoría del universo, en una canción que parece casi onírica. Si a eso sumamos la inquietante portada del disco, la atmósfera está asegurada. El álbum We must become the pitiless censors of ourselves (2011) es un buen ejemplo de maestría, sofisticación por el sonido de los 80, pero también belleza de otra época, quizás, un futuro pasado hecho de acero.
Letras sugerentes, títulos provocadores (¿“Cop Killer”?) y juegos de texturas. Asómense a la ventana y cántenle a la luna.
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