
Como ya hemos mostrado en dSong en otras ocasiones, en las tierras del norte la música brota de los poros con una naturalidad cada vez más palpable. La épica de un amanecer frío en mitad de los humedales daneses deja paso a un sol de coros angelicales y el ritmo del palpitar de la tierra: esto es lo que promete Efterklang.
Con una rítmica contagiada de los sonidos de una generación de músicos influenciada por hitos como Arcade Fire o Sigur Ros, es difícil dejar de notar la experimentación con la electrónica que este grupo de Copenhague lleva a cabo en cada paso. O su ligera pero patente cercanía a los sonidos pop alternativos de los últimos años.
Sin tomar un gran riesgo, su disco Magic Chairs salió a un mercado que esperaba quizás algo más, esperanzado por sus relativos éxitos anteriores. Sin embargo, sí que se pueden rescatar grandes cortes de aquel título, como este Raincoats, donde un ritmo constante sigue palpitando aún cuando la pista ha terminado.