Pensemos en los sueños; los infantiles, en este caso. Todos pronunciamos un día: "yo de mayor quiero ser...". Y así, al momento, nos esfumábamos como pavesas incandescentes. Yo encontraba en las orondas cantantes de soul un referente, así que la cuestión estaba clara: "Mamá, yo de mayor quiero ser negra" (pelo friso también incluido). El tiempo se mece sobre las hojas y hay cosas impasibles en nuestra persona, pero seamos honestos, todos seguimos poniéndonos el disfraz ideal en la ducha o delante del espejo. Y así canturreamos, claro.

En los sueños adultos hay funcionarios, claro. De prisiones, en este caso. Sharon Jones publicó su primer disco hace apenas una década, después de trabajar durante años como funcionaria en una cárcel del Estado de Nueva York; pero ya sintió hace tiempo fascinación por James Brown en las calles de Augusta. Llegar al imperio del soul a la edad adulta ya forjada puede ser tarea difícil, pero incluso tras los posos bebidos y las herencias escuchadas (Otis Redding, James Brown o Aretha Franklin) uno puede al final posicionarse en el camino. Y cantar, claro.

El tema con que hoy (n)os deleitamos forma parte del álbum "I Learned The Hard Way" (2010) y recoge así el testigo con el mismo título. La banda que la acompaña se hace llamar Dap Kings y juntos crearon un disco de corte clásico y temática mítica, agradable al oído y bailongo desde su primera escucha.

Un buen ejemplo para el Año Nuevo.