
La saga Castlevania, al igual que ocurre con "Starcraft", es de esas que apenas necesitan presentación. Desde aquellas primeras aventuras en la Nintendo de 8-bits, esta versión a la japonesa de los vampiros ha sabido defender su nicho a capa y látigo en el apretadísimo mercado de los chupasangre.
De entre todos los títulos, hoy vamos a hablar del que es por muchos considerado la obra culmen, "Symphony of the Night". En ella manejamos al hijo de Drácula, Alucard, fruto de su unión con una humana, y la historia transcurre a finales del siglo 18, cinco años después de que Richter Belmont derrotase al señor de los vampiros. Alucard se dispone a exterminar los últimos siervos que quedaron en el castillo, pero esta simple tarea termina tornándose en toda una odisea.
Con una cuidada estética 2D que ya empezaba escasear gracias al boom de los gráficos 3D, Symphony of the Night es un paseo inolvidable por montones de escenarios góticos y renacentistas en un castillo gigantesco lleno de detalles, recovecos y habitaciones secretas. La torre del reloj, la biblioteca, la capilla, el coliseo, la gruta en el subterráneo... Y es que el nombre del juego no es únicamente un título, sino toda una declaración de intenciones, una sinfonía en toda regla que baña con sus melodías los emblemáticos rincones del castillo.
Michiru Yamane, compositora de la banda sonora, consiguió elevar la calidad de Symphony of the Night a la altura de obra maestra con un álbum muy variado, que pese a lo que cabría esperar, melodías lúgubres y con un juego de instrumentos monotemático, sorprende mezclando armoniosamente órganos con guitarras eléctricas y coros, o atreviéndose con temas muy movidos y ritmos bastante españoles ("Wandering Ghosts").
Si me lo permitís, dejadme que os haga una visita guiada por el castillo. Para sentirse bienvenido a la morada del vampiro, nada mejor que comenzar con "Dracula's Castle", "Marble Gallery" o "Final Toccata". Mención especial merecen "Wood Carving Partita" o "Dance of Pales", que nos recuerdan el exquisito gusto del conde. Una vez que la ajetreada vida de palacio nos abrume, una visita a "Crystal Teardrops" y "Lost Painting" seguro que alivia el cansancio. Y por último, antes de salir, no olvideis pasar por "Prologue" o "The Tragic Prince", donde se lucen las guitarras eléctricas en fechas señaladas.
Sólo me queda animaros a que no os quedéis aquí y que experimentéis por vosotros esta aventura. Tenéis disponibles reediciones tanto para PS3 como para Xbox 360 en descarga digital, así que la excusa de desempolvar vuestra Playstation 1 no os va a servir esta vez.