
Corrían los últimos días de Agosto de 2005. Recuerdo estar preparando algún examen para septiembre, y en la radio no dejaba de sonar una canción del nuevo disco del trío barcelonés Pastora. Para mi Pastora era el grupo del famoso estribillo que hasta hacía poco tiempo no había dejado de sonar en las radios, aquel que repetía una y otra vez lo de "No me llames Dolores, llamáme Lola", en una canción que debí tardar a penas dos escuchas en aborrecer. Sin embargo esta nueva canción era muy distinta: se trataba de una bonita balada con una base de piano, y una letra que retrataba con carácter melancólico el sentir de estar enamorado de la persona equivocada.
El tema se titulaba Desolado, y La vida moderna el nuevo trabajo de Pastora. Era un álbum fabuloso que me tuvo un buen tiempo enganchado con temas como Archivo de palabras tristes, Invasión, Día tonto o el propio Desolado. Pasados los años no había vuelto a saber del grupo, ni había escuchado nada nuevo. Me alegra saber que Dolo Beltrán y los hermanos Caïm y Pauet Riba siguen en activo, con nuevas propuestas. De hecho su último trabajo es de hace menos de un año: un álbum cantado íntegramente en catalán.
Me toca tomarles el pulso de nuevo a ver cómo han sonado en estos últimos años. Mientras tanto, os dejo con Desolado.
Comentarios