
En 1994 se formaba en la ciudad de Enrique Morente y Lagartija Nick, de 091 y Jota, un grupo llamado Niños Mutantes con dos integrantes de Mama Baker, Nani y Miguel, y un amigo de ambos, Juan Alberto. Sus maquetas empezaron a circular por la escena indie local y nacional con gran éxito. Como todo grupo recién nacido que se precie, se presentaron además a varios concursos, entre los cuales cabe destacar el Lagarto Rock. Su primer disco llegó en julio de 1998 en formato single con cuatro canciones bajo el título de “Niños mutantes”.
10 años más tarde, y tras haber pasado por festivales como el Contempopránea y el FIB, salía a la venta su sexto disco “Todo es el momento” (2008), donde se incluye la canción que hoy os traemos: “Sapos y culebras”. Este disco traía consigo violonchelos, sintetizadores y trompetas, arreglos instrumentales nunca antes empleados por los granadinos, así como un aire folk que poco (o nada) tenía que ver con trabajos anteriores. No obstante, “Sapos y culebras” recuerda a los niños de mediados de los 90 porque por mucho que llegue el tiempo de cambiar y haya una tendencia al sonido semiacústico, la esencia permanece.
Qué tendrá Granada (para que los niños muten)...