
La escena musical española es desconocida hasta para los españoles. En muchos casos es desconocida para los que nos gusta la música patria y nos empeñamos en buscar y rebuscar entre grupos nuevos y antiguos en busca de perlas. No sé muy bien a que se debe esta dificultad, pero cada día me sorprende más y más la cantidad de buenos músicos (con y sin oportunidades) que pasan por delante de nosotros sin que nos llegue a los oídos.
Me ha vuelto a ocurrir hace un par de días, cuando escarbando entre similitudes de bandas, he dado con L.A., y he pensado que sería un grupo americano. Sorpresa, claro está, cuando al informarme un poco he encontrado que se trata de Lluis Albert Segura, un mallorquín que tras pasar por un par de bandas locales se lanzó a por sus primeros pasos en una carrera personal. Y autoeditada, nada menos.
El mérito es espectacular: melodías casi perfectas, contando con una creatividad pocas veces vista y la libertad de un músico con nada que perder (y mucho que ganar). Detallista hasta el extremo, su mejor tema es posiblemente el single Stop the clocks, de su disco Heavinly Hell, un compendio de temas grabado durante más de tres años en diversos estudios y bajo su propio sello. Que disfrutéis el descubrimiento.
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