En dSong se ha hablado con anterioridad sobre la chanson francesa y sus intérpretes: Charles Aznavour, Georges Brassens, Jacques Brel… Y de nuevo vamos a hablar de este género, aunque en esta ocasión por un motivo más triste: ayer falleció el músico Georges Moustaki.

Cantante, compositor, poeta, pintor, actor... Este polifacético ciudadano del mundo ya disfrutaba de reconocimiento y admiración como compositor para artistas de la talla de Edith Piaf, Yves Montand o Barbara, mucho antes de hacerse famoso como intérprete con “Le Métèque.” Pero mejor empezar desde el principio.

Moustaki nació en Egipto, hijo de padres judeo-italianos de origen griego, se crio en un ambiente multicultural antes de mudarse a París con apenas 17 años. Allí ejerció de periodista y camarero, trabajos que le sirvieron para conocer a personalidades musicales de la época como Brassens (al que llamaba “maestro” y por el que se cambió el nombre de Giuseppe a Georges) o Edith Piaf (con la que mantuvo un corto pero apasionado romance).

Fue para ella que compuso “Milord” en 1958, una de sus canciones más conocidas a la que siguieron varios éxitos durante los 60 “Ma solitude”, “Le facteur” o “Ma liberté.” Y ya al final de la década se solidarizó con los estudiantes de Mayo del 68, un movimiento social envuelto en un aire romántico-poético (“Bajo los adoquines está la playa”, “Prohibido prohibir”, “Olvidad lo aprendido, comenzad a soñar”) que sirvió de inspiración para su primer álbum de éxito internacional: “La Métèque” (1969).

La canción que comentamos hoy es el tema principal, “Le Métèque” (que se podría traducir como “el extranjero”), una balada romántica y dulce en la que Moustaki demuestra su habilidad con la melodía y la letra y en la que se retrata a sí mismo:

“Yo vendré con mi boca de extranjero del Mediterráneo, de judío errante, de pastor griego, y mi cabello al viento […] y haremos de cada día una eternidad de amor que viviremos hasta el día de nuestra muerte.”

Descanse en paz.