
Hay canciones llamadas a ser un auténtico canto a la sexualidad. El grupo Goldfrapp, del cual ya hemos hablado anteriormente , es una de esas formaciones que sabe encontrar esa sensación en un amplio repertorio de sus temas gracias a la sensual voz de Alison Goldfrapp, que le dan ese "tórrido" punto a una canción que no tendría por qué tenerlo.
Desde luego, Strict Machine es una de esos temas que no pueden evitar transmitir esa descarada intención de insinuación, ya que la letra, aunque abierta a interpretación, deja algunas pinceladas eróticas en el aire. La mera traducción del título, "máquina estricta", nos puede hacer una idea del contenido de la canción, la cual deja caer sutilmente el tema de la dominación y su vínculo con el amor. Algo que estaba bastante de moda en esa época y que Madonna había empezado a hacer poco tiempo atrás.
Más allá de la voz de Alison, hay que prestar atención al videoclip de la canción, el cual juega muy bien la imagen de un lobo y una caperucita roja, todo ello en un caleidoscopio sincronizado con el ritmo musical de la canción, formado con una sólida y firme base electrónica característica en Goldfrapp.