
Hay canciones que tienen predestinado un renacer. Hace poco renació una vieja canción de una banda británica llamada Badfinger, un grupo que seguramente en su época (finales de los 60 y mediados de los 70) no obtuvo el éxito que mereció. Una banda olvidada con el paso de los años, y tras la que existe una historia trágica: la del suicidio de dos de sus fundadores en 1975 y 1983. Este hecho estuvo provocado en gran medida por la estafa a la que les sometió su manager. Pero hoy no vamos a hablar de ello.
Baby Blue es un tema que escribieron para su trabajo Straigh Up de 1971. Ya en 2006 fue utilizada en la banda sonora de la película de Scorsese The Departed, pero a pesar de ello no es una canción que estuviese entre los grandes éxitos del Rock de la época. De repente, entre los días 29 y 30 del pasado mes de septiembre las escuchas de este tema en Spotify aumentaron en un 9000%, y en una noche se vendieron 5000 copias de la canción en iTunes. ¿Qué estaba ocurriendo? Sencillamente, había sido la canción elegida por Vince Gilligan para cerrar la última escena del último episodio de Breaking Bad, que para quiénes no la conozcáis es una de las series más aclamadas por crítica y público de la historia de la televisión. Una serie que si este blog fuese de cine o de televisión ya os habría recomendado hace tiempo.
Y así es cómo recientemente ha renacido una vieja canción que cuenta la historia de una chica llamada Dixie, que el vocalista conoció y con la que tuvo una relación durante una gira del grupo por los Estados Unidos. Tras finalizar la gira se separaron, pero prometieron que mantendrían el contacto. Por la letra de la canción parece que finalmente no cumplieron del todo la promesa.