
A lo mejor hay gente que piensa que el scat (letra sin sentido, repetida de forma rítmica) es algo reciente, de autores como Scatman John. Error.
Lo mismo podría pensarse acerca de la llamada y respuesta en colaboración con el público, en la que los asistentes repiten las frases musicales invitados por el artista. Nuevo error.
Ambos fenómenos tienen origen en la música popular y folklórica, aunque uno de sus mejores exponentes se dio a principios de la década de los 30 del siglo XX, con la gran figura del cantante de jazz Cab Calloway. Este neoyorquino recorría Estados Unidos con su orquesta, con un animado espectáculo que siempre arrancaba los aplausos y bailes del público.
Su canción más conocida, Minnie the moocher, aparte de vender un millón de copias (una auténtica burrada para aquella época), fue ampliamente usada por la industria cinematográfica. Desde Betty Boop en 1932 hasta los Blues Brothers en 1980, han sido numerosas las películas que han contado no sólo con la canción, sino con la interpretación del propio Calloway en persona.
En cuanto a la estructura del propio tema, las dos características antes citadas lo hacen muy fácilmente reconocible. Además, hay que reconocer que Cab era todo un showman, con lo que el resultado es un clásico genuinamente divertido y que apenas ha envejecido en 83 años.