
Da igual el tiempo que pase, si habías nacido o si no, si vive aún o si pasó a mejor vida. Da igual que nadie haya hecho nada igual, o quizá por esa misma razón.
Hay canciones tan míticas que pasen los años que pasen nos tocan del mismo modo, nos alcanzan y se quedan con nosotros todo el tiempo que se lo permitamos.
Os cuento: allá por 1965 una canción llamada California Soul fue escrita por los compositores Ashford y Simpson para The Messengers, la primera banda de raza blanca de la Motown, la histórica compañía discográfica. El éxito fue tal que comenzaron a encajarla en otros artistas del sello, como fueron The 5th dimension, Marvin Gaye o Tammi Terrell. Y aquí llegó, Marlena Shaw para recoger el testigo en el año 1969, en su álbum The Spice of Life.
Su versión fue la más acertada hasta el momento, y fruto de ella las versiones anteriores han caído un poco en el olvido. Pero la música de Marlena, y sobre todo este tema, ha sido versionado, pinchado y sampleado hasta la saciedad en el hip hop de los últimos veinte años. No en vano, su música, su orientación al jazz, la hace compatible con casi cualquier estilo. Normal que terminara trabajando en Blue Note Records.