
Casi todos conocemos a Travis. Y quien no lo conoce, seguramente habrá escuchado o le sonarán sus temas más trillados en bares, anuncios o en cualquier radio. Así que no, no os voy a contar quienes son o cuales fueron sus inicios. Pero sí que os traigo algo de un mal momento, y una recompensa al seguir andando hacia delante.
En 2002, Travis se veía al borde de un abismo: en plena crisis creativa, con problemas personales, con problemas de salud, con accidentes absurdos relacionados con piscinas... Veían como su fórmula se agotaba, como sus composiciones se parecían tanto a sus viejos temas que al intentar darle un giro se iban a melodías de los Beatles.
Pero, ante tal panorama, una vena social, algo más luchadora, algo más política, apareció en escena y se reflejó en su disco "12 memories", publicado en 2003, que aunque fue catalogado como un album de decadencia, no dejó de ser un disco casi redondo, donde encontramos temas míticos igualmente como Re-offender o Quicksand, y otros menos míticos pero más representativos de su momento creativo, como The beautiful occupation, un tema político, extraño y muy completo. De los malos momentos salen cosas buenas, si sabes seguir adelante.