
Me gustan las sorpresas, siempre y cuando sean para bien. Y una de las sorpresas de las listas más comerciales este año es Jillian Rose Banks, más conocida como Banks. Y es una sorpresa para bien, o al menos eso aparenta.
Por casualidad, una de esas listas desconocidas en las que caigo de vez en cuando eligió un tema bastante comercial, pero del que destacaban las voces y el estilo que destellaba debajo del armazón de canción fórmula. Y me sorprendí más aún cuando probé a escuchar algo más.
Procedente de los Ángeles e hija de la revolución de la música en la red, Jillian comenzó a publicar sus temas en Songcloud, dónde su popularidad fue creciendo y creciendo, mientras afloraba una música cercana al dubstep o al electric soul. El caso es que me recuerda, a ratos, a un The XX algo más ligero, o a un James Blake menos esquizofrénico. Conste, para posibles comentarios que os surjan: el disco es una mezcla extraña entre lo comercial y el gusto; un baile entre ambos mundos que a mi me tiene desconcertado.