
El otro día escribía sobre “La Tarara”, una canción infantil que contaba con una versión flamenca por Camarón de la Isla. Y a raíz de ese artículo, continué indagando un poco en las canciones infantiles que conocía y que había cantado cuando era pequeño (y no tan pequeño).
Sé que el artículo de hoy es un poco largo, pero es interesante. En él vamos a desvelar algunas curiosidades que puede que no conozcas sobre unas cuantas canciones infantiles como el significado de “Matarile-rile-rile” en “¿Dónde están las llaves?” o el origen de las canciones “Tengo una vaca lechera” o “Duérmete niño”.
¿Por qué esa repentina “obsesión” con las canciones infantiles? Dos motivos: 1) éstas son algunas de las canciones que marcaron mi infancia; y 2) Jill y yo estamos esperando una niña y, aunque vivamos a miles de kilómetros de España (en concreto 8.315km entre Austin y Jaén), nos gustaría que conociera la cultura paterna.
Hechas las introducciones, ¡vamos allá! El artículo comienza con…
La verdad es que esta canción de cuna siempre me ha llamado la atención por el contenido de la letra:
Duérmete niño, duérmete ya, que viene el coco y te comerá.
Los padres le están diciendo al niño/a que se vaya a dormir porque va a venir un monstruo/hombre malo y se lo va a comer si no está durmiendo. ¡¿Cómo va a dormir un niño sabiendo que tal personaje está merodeando por ahí?!
Y no es cosa exclusiva de la versión en español, la letra en inglés de “Rock-a-bye Baby” aunque quizás menos siniestra, tampoco deja de ser un poco macabra. En ella se menciona como la cuna se mece en lo alto de un árbol (¿por qué?), la rama se rompe (¡sorpresa!) y se caen el bebé y la cuna (sin especificar resultado, pero nos lo podemos imaginar).
En serio, ¿qué manía tienen los padres con que los niños se mueran si no duermen?... Supongo que es algo que descubriré más pronto que tarde.
Y lo cierto es que sus orígenes se retoman a mucho antes de Lorca, pero fue el genial poeta andaluz el que escribió la letra que se ha hecho más popular (como muchas canciones populares, hay muchas versiones diferentes dependiendo de la región).
El escritor granadino se inspiró en unas coplas populares de la región de Soria que ya se cantaban a mediados del siglo XIX, y que podrían estar basadas en canciones aún más antiguas de origen sefardí.
En lenguaje coloquial, tarara es equivalente a majara, majareta o loco. Y si tenemos en cuenta las diferentes letras de la canción que se han transmitido de forma oral, el nombre es muy apropiado porque la Tarara es un personaje bastante insólito:
Como siempre con los temas populares, hay diferentes versiones de la canción, aunque en este caso suele cambiar el ritmo (más lento o más animado) y generalmente coincide en la letra. Esta unidad se debe en parte a que la canción es bastante moderna.
“Mi Vaca Lechera” (que es el nombre real de la canción) fue escrita en 1946 por Jacobo Morcillo, que luego encargó la melodía al músico Fernando García Morcillo (no tenían parentesco a pesar de compartir apellido). Una relación profesional que continuó y que más tarde traería otras canciones como “María Dolores”, un tema popularizado por artistas como Los Panchos o Joan Báez.
¿Y soy el único que recuerda la versión “Tengo un OVNI Formidable” que Juan Luis Cano (una mitad del dúo Gomaespuma) hizo del tema para la película “El Milagro de P. Tino” de Javier Fesser (hermano de Guillermo Fesser, la otra mitad de Gomaespuma)?
Y también es una canción a la que nunca encontré mucho sentido: ¿Cómo es posible que haya un ratón debajo de un botón? ¿Es un ratón enano? ¿O es un botón gigante? ¿Cómo de grande es el señor Martín?... supongo que es una canción infantil y no hay que buscarle mucho sentido.
Se puede encontrar (principalmente) dos versiones: una más corta (2 versos) y otra un poco más larga (4 versos), aunque las dos tienen una letra casi similar en la que básicamente sólo cambia Martín (en la versión larga es un hombre mayor), y el lugar donde acaba el ratón (la corta se queda con el ratón bajo el botón, pero el roedor acaba viviendo en un calcetín en la versión larga).
Además de ser fácil de tocar, otra ventaja de esta canción (al menos desde el punto de vista escolar) es que usa frases sencillas, repetitivas y todas en pasado. Por lo que es ideal para usarla con gente que esté aprendiendo español…
El tema tiene su origen en la canción tradicional francesa “Ah! Mon beau château!”, que ya se mencionaba en cancioneros franceses publicados en la primera mitad del siglo XIX, y que cantaban las niñas mientras bailaban en dos corros frente a frente.
“¿Dónde están las llaves?” cuenta con innumerables versiones en español que varían ya no sólo de una región a otra, sino también de país en país: el primer verso va desde el “Yo tengo un castillo” de España, a “Ambosador” de República Dominicana, pasando por “Amambró cható” de Venezuela (clara distorsión del original).
Todas ellas tienen en común el segundo verso que hace de estribillo: “Matarile-rile-rile”… ¿Pero qué significa ese “Matarile-rile-rile”? Nada relacionado con “dar matarile” (menos mal, porque es una canción infantil), sino otra distorsión de los versos originales en francés:
Ah ! Mon beau château ! Ma tant', tire, lire, lire ; Ah ! Mon beau château ! Ma tant', tire, lire, lo.Sí, “Matarile-rile-rile” viene del francés “Ma tant’ tire, lire, lire” que se podría traducir como “Mi tía tira, lee y lee”… De nuevo, lo siento si esperabais algo profundo o que tuviera sentido: ¡es una canción infantil!
Si sigues leyendo: gracias. Sé que es un artículo muy largo, como también sé que me he dejado muchísimas canciones en el tintero: “Que llueva, que llueva”, “Tengo una muñeca vestida de azul”, “Cinco lobitos”, “El patio de mi casa”…
Y ya que has llegado hasta aquí, ¿por qué no dejar un comentario? ¿Hay alguna canción que marcase tu infancia y que no haya mencionado?
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