
Sorprendiendo a todos, Paolo Nutini se abre paso de nuevo. Tras un segundo disco digamos que poco acertado o casi invisible en algunos círculos, parece que se atisba algo de lo que este chico escocés hizo en aquel primer (y maravilloso) álbum que fue "These streets".
Aquel que nos hizo bailar con 'Jenny don't be hasty", tararear con "New Shoes" y algunos otros temas, y nos hizo emocionarnos pensando que sería la gran revelación de la música europea de principios de siglo, recibió un buen parón en su carrera por su segundo disco. Y volvió a verse otra gran parón durante los años que siguieron: cinco largos años entre un disco que no terminó de convencer a la crítica y que no entusiasmo al público son muchos años.
La pequeña redención de Paolo es está. Un disco repleto de pop rock, de guiños de funk, y donde reina el soul por encima de todo, que nos devuelve las esperanzas. Esto ya no es un juego; aquí se viene a ganar. Y Paolo lo ha vuelto a hacer. Me ha vuelto a ganar.