Cuando descubrí al músico y director de cine Emir Kusturica, un mundo nuevo se abrió ante mis oídos (y mis ojos). Yo ya había escuchado que los Balcanes han generado a lo largo de los años más Historia de la que pudieron nunca digerir, pero no había pensado que esa característica podía también extrapolarse a su música. Creo que comprendo lo que pudo sentir Zach Condon cuando, con 16 años, se embarcó desde Santa Fe hasta Europa en busca de aventuras. Así surgiría Beirut y su álbum titulado “The Gulag Orkestar” (2006).

La banda de Zach Condon bebe de las influencias de la música de Europa del Este, el folk y el sonido mexicano de frontera. Cada una de las perlas que componen “The Gulag Orkestar” es una reminiscencia a un paisaje fruto de aquel gran viaje adolescente. En “Scenic World” podríamos imaginar perfectamente un show de músicos y cómicos paseando por las calles de Belgrado, postales desde Italia, el mítico barrio berlinés de Prenzlauer Berg o una historia de amor junto a algún puente de Bratislava.

Todo cambia y hasta la música y el estilo de la banda del joven Zach fue evolucionando hacia otros derroteros, aunque sin perder la esencia. “Scenic World” es la muestra de un trabajo sólido y sorprendente, un himno callejero a la tradición, una nueva música que sigue conservando las raíces de la Historia. ¿Quién no sueña así con recorrer en coche los Balcanes? Buen viaje.