No es lo mismo publicar por publicar, que publicar convencido de que lo que haces es lo que te gusta. No es lo mismo asumir que ya no eres el grupo puntero de antes, que dejarte llevar y tocar lo que ahora controla el mercado.

No sé si esto está planteado, si Travis en algún momento reflexionó sobre su lugar en el mundo o si este disco (y los derroteros de su carrera en los últimos años) sólo responde a los impulsos y gustos de la banda. El caso es que me gusta ver como un grupo sigue haciendo lo que saben hacer, con menor o con mayor acierto, pero disfrutándolo y haciendo lo que quieren, saben y deben. Nada de experimentos extraños fuera de lugar y sentido; sólo su música, la que lleva su sello y su firma.

Travis nos trae este séptimo disco llamado Where you stand como quien trae un nuevo capítulo del mismo libro: continúa la trama, la saborea y se queda tan agusto. Un auténtico placer para escuchar, aunque se echa en falta un single potente, sí. Tenemos temas buenos, por supuesto, pero siempre echaremos de menos aquellos temas eternos de "The man who" o "12 memories". Pero no se puede pedir todo. Los grupos evolucionan. Ellos han sabido encajarlo; ¿lo sabremos encajar nosotros?