A internet le debemos mucho. Hay unos grupos de música que, sin la red, difícilmente habrían llegado a nuestros oídos, ya que estaban condenados a quedarse en sus fronteras nacionales o en círculos de oyentes muy específicos. Grupos indies, grupos con poca difusión o grupos un tanto bizarros, siendo este último el caso de Devo.

La bizarrez de este grupo reside, primordialmente, en su estética, claramente surrealista. Con sus monos de trabajo y sus conos en la cabeza (o cubículos de energía, como ellos prefieren llamarlos...) el espectáculo está servido. Políticamente incorrectos y altamente incompresibles, Devo destacó sobre todo a finales de los añós 70s y principios de los 80s, siendo inspiración para la música new wave y alternativa de las décadas siguientes.

La canción de hoy, Whip it, (que sería algo así como "latiguéalo") es uno de sus éxitos más conocidos y que propone como solución a prácticamente todo "dar con el látigo". Y hay que reconocer que, por muchas vueltas se le quiera dar, no tiene más interpretación que esa. Esa es la especialidad de Devo, querer descolocar al oyente con unos sonidos y letras en muchas ocasiones, muy absurdas.