
No es un secreto que Quique González es admirado en esta casa, (particularmente y para concretar, por mi). Es una evidencia que se sustenta claramente cuando haces una pequeña búsqueda y ves que es uno de los autores que más veces he mencionado o traído a la memoria. El caso es que, aunque pase el tiempo, Quique es uno de esos artistas que vuelvo a ver, a escuchar, a sentir. Y es que aunque pase el tiempo, Quique es siempre el mismo, siempre efectivo, y para algunos, siempre necesario.
Fue en 1998 cuando de la mano de Universal, bajo la producción de uno de los miembros de MClan y con la tutela del mismísimo Enrique Urquijo, publicó un disco con un nombre críptico pero certero: "Personal". Fue un primer disco de un autor novel, sin apenas base local y sin mucha experiencia, que pasó desapercibido durante años incluso para los que lo escucharon atentamente.
Y es que Personal es un álbum de apego. Un disco que establece una relación con uno mismo, y que como toda relación, ha de mantener cierta constancia: cuanto más lo escuchas, más lo amas. Un disco que habla de calles, de amores, de sinceridades y bares. Historias por doquier que comienzan con una explosión y terminan mansamente durmiendo en tu mano. Así es también en este caso, en la canción que hoy tenemos en dSong: "El contestador", una canción intensa y declarativa: "Ojalá que tu cama estuviera siempre de guardia...".